En las últimas 48 horas, La Plata se convirtió en el epicentro de una serie de ataques vandálicos contra comités de la Unión Cívica Radical. Al menos seis sedes partidarias fueron blanco de pintadas, rotura de vidrios y mensajes intimidatorios vinculados al kirchnerismo. Las inscripciones, que incluían frases como “No jodan con Cristina”, “CFK” y “JP”, aparecieron en fachadas de los comités de la Segunda, Tercera, Quinta, Octava y Novena Sección Electoral, así como en la histórica Casa Radical Ricardo Balbín, sede de la Junta Central.

Desde la UCR platense, el repudio fue inmediato. “No se trata de hechos aislados: estamos ante un ataque sistemático, coordinado y profundamente antidemocrático”, expresó el presidente del Comité local, Pablo Nicoletti. En redes sociales, el mensaje fue contundente: “¡Basta de violencia política!”.
Los ataques no se limitaron a la capital bonaerense. En Mendoza, el Comité Departamental de Guaymallén y un espacio de Franja Morada en la Universidad Nacional de Cuyo también fueron vandalizados. En la Ciudad de Buenos Aires, el local radical de José Bonifacio 2945, en el barrio de Flores, sufrió destrozos similares.

Sin embargo, fue en La Plata donde la ofensiva adquirió mayor intensidad. Las pintadas no solo afectaron la estética urbana, sino que también reavivaron un clima de tensión política en una ciudad históricamente atravesada por disputas ideológicas. La cercanía con la Legislatura bonaerense y la presencia activa de agrupaciones militantes convierten a la capital provincial en un termómetro sensible del pulso político nacional.
Desde el radicalismo local, se exigió una investigación urgente y se convocó a todas las fuerzas políticas a “moderar el tono y recuperar el respeto por quienes piensan distinto”. En un comunicado, remarcaron: “Defender la democracia no es una consigna vacía: es una responsabilidad de todos. Y es ahora, antes de que sea demasiado tarde”




