Nuria Selene Llarena Coolen, oficial de la Policía Local de 25 años, falleció este miércoles luego de permanecer más de un mes internada en estado crítico tras un violento accidente de tránsito ocurrido en Villa Elvira. La joven, que circulaba en moto junto a su pareja —también integrante de la fuerza—, había sufrido heridas gravísimas que obligaron a los médicos a amputarle una pierna. Su historia conmovió a toda la comunidad policial y universitaria de la ciudad.
El siniestro ocurrió el 12 de mayo en la esquina de 9 y 96, cuando la moto en la que viajaban Nuria y su compañero colisionó de frente con una camioneta Peugeot Partner. Ambos estaban de franco de servicio y regresaban a su domicilio tras cumplir funciones en el Escuadrón Motorizado. El impacto fue brutal: Nuria sufrió una fractura expuesta de cadera y múltiples lesiones internas. Fue trasladada de urgencia al Hospital San Martín y luego derivada al Hospital Italiano, donde permaneció internada hasta su fallecimiento.
Durante semanas, familiares, colegas y amigos impulsaron cadenas de oración y campañas de donación de sangre. “La sangre debe esperar al paciente, no al revés”, decía uno de los mensajes que circuló en redes. Pero el cuadro clínico nunca logró estabilizarse del todo. Su pareja, un sargento de 38 años, logró recuperarse y fue dado de alta días atrás.
La causa, que en un principio fue caratulada como “lesiones culposas”, ahora pasó a ser investigada como “homicidio culposo”. Interviene la UFI N°10 del Departamento Judicial La Plata. El conductor de la camioneta, un hombre de 40 años de nacionalidad paraguaya, permanece imputado.
Nuria vivía en 126 bis entre 609 y 610, y era reconocida por su compromiso con la comunidad. Sus restos serán despedidos en las próximas horas en una ceremonia íntima. Desde la fuerza, emitieron un comunicado en el que destacaron su vocación de servicio y lamentaron profundamente su pérdida.
